Entrevista a Belén Martín Ruiz

Esta joven de tan solo 20 años es un claro ejemplo del activismo actual que existe en torno al tema del vegetarianismo y la defensa de los animales. Es estudiante de Periodismo y Comunicación Audiovisual  y colabora con asociaciones como “Igualdad Animal” o “Santuario Wings of Heart”. Con actitud valiente y luchadora, en las próximas líneas nos cuenta como es la vida de un vegetariano y cómo piensa y siente una persona que escoge esta forma de vivir

“EL VEGETARIANISMO ES ALGO QUE SE LLEVA EN EL CORAZÓN, YO YA NO ME IMAGINO OTRA FORMA DE VIVIR”

En septiembre de este año se cumplían tres años desde que tomase la decisión de dejar de comer carne para siempre y aunque reconoce que se vio influenciada por su hermana, que tan solo un año antes había tomado la misma determinación, admite: “Fue algo que decidí totalmente por impulso, el hecho de dejar de comer carne lo decidí  de la noche a la mañana porque realmente pensé, ¿por qué unos animales sí y otros no?”.

Confiesa que de pequeña era “muy asustadiza” con todo y por lo tanto también con los animales, pero a medida de ir creciendo rodeada de animales domésticos y sobre todo a raíz de tener a su perra Beky supo derribar sus miedos y empatizar, dándose cuenta de que los animales también sienten: “Cada vez que un animal se moría para mí era un drama y eso me hizo darme cuenta de que yo vivo con ellos y no ellos viven por mí”.

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En cuanto a la aceptación familiar considera que lo tuvo bastante fácil, al contrario que su hermana que comenzó haciéndose sus primeras comidas, aunque fue cosa de poco tiempo: “Ahora está totalmente implantado y respetado por toda mi familia, todos se preocupan y es genial”.

Para ella lo más fácil de ser vegetariana es que siempre tiene alguna alternativa para comer: “En España puedes ser vegetariano y alimentarte bien, aunque viajando por Europa te das cuenta de que en otros países está mucho más implantado, y que nuestro país cojea, sobre todo en el veganismo”.

Sin embargo, lo que considera más difícil es que la gente comprenda sus argumentos y sea capaz de no ver al ser humano en la cumbre de la pirámide    alimenticia:

“Que traten de entender mi postura, que es estar en armonía con el resto de seres vivos, es lo más difícil para mí”.

Reconoce que ser vegetariano es un cambio que está en el interior cada uno , en el que tienes que controlar lo que comes, pero no es un problema, pues cuenta con alternativas alimenticias sabrosas, fáciles de hacer y que poseen  muchos menos antibióticos, hormonas y grasas: “Yo a la semana como muy variado , y sí que supuso al principio un cambio para mí, pero a medida de que vas leyendo, informándote y sobretodo viajando y comiendo fuera, te das cuenta de que los horizontes se han abierto mucho”.

En nuestra sociedad, cada vez más gente es vegetariana, algo que la enorgullece, destaca además el ejemplo de deportistas como Serena Williams que es vegana y aun así realiza sus entrenamientos y competiciones con normalidad. Pero no obstante, no tolera a la gente que decide ser vegetariana por moda: “Creo que el vegetarianismo es algo que se lleva en el corazón y es una forma de vida, a la que no se renuncia, al fin y al cabo las modas mueren y yo ya no me imagino otra forma de vivir.”

En un futuro le gustaría ser vegana pero reconoce que ahora mismo no puede dar el paso, debido a que vive con sus padres y sería un sacrificio más grande: “Cuando pueda dar el paso lo daré, estoy segura, para  no depender en absoluto de ningún producto, de nada que no sea mío”.

Finalmente la entrevistada recomienda a todos los que no son vegetarianos el libro de Melanie Joy: “Por qué amamos a los perros, nos comemos a los cerdos y nos vestimos con las vacas”, para entender mejor esta forma de vida  y les recomienda: “Intentad mirar a través de los ojos de la empatía porque sentir nos hace  iguales, aunque no sientan del mismo modo sienten, y no somos nadie para privarles del derecho a sentir, y del derecho a ser libres”.

Almudena Pitto García